La fórmula para calcular la rentabilidad de un inmueble se conoce como la tasa de rentabilidad o ROI (Return on Investment, por sus siglas en inglés). Esta fórmula permite evaluar el rendimiento económico de una inversión inmobiliaria y determinar si es rentable o no. La fórmula básica del ROI es la siguiente:
ROI = [(Ingresos – Gastos) / Inversión] x 100
En esta fórmula, los ingresos representan los flujos de efectivo generados por el inmueble, ya sea a través del alquiler o de otras fuentes, como los ingresos por venta. Los gastos incluyen todos los costos asociados con la propiedad, como impuestos, seguros, mantenimiento y gestión. La inversión se refiere al capital inicial invertido en la adquisición del inmueble.
El resultado del cálculo del ROI se expresa en forma de porcentaje, lo que indica la rentabilidad relativa de la inversión. Un ROI positivo significa que la inversión está generando ganancias, mientras que un ROI negativo indica pérdidas.
Aplicando la fórmula para calcular la rentabilidad de un inmueble a un caso real
| Ingresos | Gastos | Inversión |
|---|---|---|
| 920€ /mes | 137 IBI | 4.800€ impuestos |
| 36 basuras | 9.000€ capital inicial | |
| 137 seguro | 12.000 reforma | |
| 30/mes comunidad | ||
| 50/mes limpieza | ||
| 5% ingresos para mantenimiento | ||
| 11.040€ | 1.822€ | 22.580€ |
Siguiendo la fórmula arriba señalada, la operación sería
ROI
[(11.040-1.822)/22.580]*100 = 40,8%
Calcular la rentabilidad de un inmueble es fundamental para los inversionistas, ya que les permite evaluar la viabilidad de una inversión y comparar diferentes opciones. Es importante considerar todos los ingresos y gastos asociados con la propiedad para obtener un cálculo preciso.
En resumen, la fórmula de rentabilidad inmobiliaria (ROI) proporciona a los inversores una herramienta para evaluar el rendimiento económico de sus inversiones y tomar decisiones informadas. Al considerar los ingresos, gastos y la inversión inicial, es posible determinar si un inmueble es rentable o no. Calcular el ROI es esencial para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos en el mercado inmobiliario.
